Amor, no eres tú, soy yo.
El amor...joder. Otra vez. En el instituto alguien me respondió que el amor es querer el bien de la otra persona. ¿Quieres el bien de la persona a la que quieres o antepones tus necesidades a su bienestar? ¿Te has hecho alguna vez esta pregunta? Sabemos que necesitamos amor propio, entonces, ¿por qué lo buscamos fuera? Hay quien tiene tendencia a tropezar dos, tres, infinitas veces con la misma piedra y culpa a la piedra. ¿Seguro que la responsabilidad de tu tropiezo la tiene la piedra?
Vale, por partes. ¿Qué es el amor? ¿Qué concepto tenemos de amor? ¿Qué sentimos cuando sentimos amor?
Disney, Hollywood, cuentos y novelas -infantiles y no tan infantiles-, han sembrado en el inconsciente colectivo una idea de amor peligrosa, basada en la necesidad y en la dependencia. Sin darnos cuenta, hemos crecido dando por sentado que una de las cosas que hay que hacer en esta vida es encontrar pareja. Cuando la encontramos, sin darnos cuenta, esperamos que cumpla con nuestras expectativas y si no lo hace, se lo reprochamos (se supone que eres mi novio, no?). ¿Cuál es la función de tu pareja? ¿Por qué esperamos que nuestra pareja nos haga feliz? ¿Os habéis parado a pensar alguna vez en la responsabilidad que le damos a nuestra pareja cuando esperamos que nos haga feliz? ¡Menuda faena! Y, además, ¿cómo confías tu felicidad a otra persona? Si se va, si se muere, si cambia su orientación sexual o se enamora de otra persona...¡estamos perdidas y perdidos! ¡Socorro! ¿Cómo voy a vivir sin ti? Sin ti no soy nada... Vale, supongamos que tu pareja se ha pirado, se ha liado con otra persona o se ha convertido en un vegetal. ¿Qué haces? Claro! Buscar a otro que cubra su vacío...no? Pues no, señores y señoras. Una ruptura es el momento ideal para atreverse a llenar el vacío que sentimos con nosotras y nosotros mismos. Sí, tú solo, tú sola. Sí, puedes. Sin embargo nos cuesta creer que podemos hacerlo. Por un lado, es más cómodo darle esa función al otro (y además cargarte tú con la responsabilidad de satisfacerlo a él/ella) que responsabilizarse del vacío y llenarlo con otras cosas que no sean una PERSONA. Os recuerdo que respetar la DIGNIDAD de una persona consiste en tratarlo siempre como un fin en sí mismo y nunca como medio para un fin. Si tu pareja, tu media naranja o tu alma gemela está aquí para hacerte feliz...Oops! Estás tratándola como un medio para tu propio fin (tu felicidad). Algo falla, no? Así que te propongo que observes tu vacío, lo aceptes, y busques algo que te llene. Hay quien, por no asumir este vacío se droga, se emborracha, se enamora, o se harta a hacer kilómetros con la bici. Puestos a valorar, más vale llenar el vacío de forma sana que insana, no obstante, es bueno reconocer qué necesidad estás satisfaciendo con tu "droga" (sea la que sea). Tarde o temprano, te tocará asumir la responsabilidad de mirar tu vacío (serás padre, madre, tendrás un curro estable, te pondrás enfermo o la vida te presentará una situación en la que veas -sin contemplaciones- toda tu mierda: esa que no te atreves a mirar mientras te entretienes con otras movidas. Mira en tu interior, ¿cómo estás llenando tu vacío? Tu pareja o tu posible pareja o tu "crush" no puede ser la herramienta (el medio) para que consigas tu felicidad (tu fin). ¿No crees?
La segunda pregunta es, ¿por qué buscamos amor fuera? Vale que la educación emocional no lleva más de cincuenta años dando las alarmas sobre la importancia de la autoestima y la autoconfianza (y todas las movidas), pero no sé, tal vez sea sensato escuchar el discurso por si puede servirnos de algo. Estamos hartas de escuchar que lo importante es quererse a uno mismo. Sí, pero, ¿quién se quiere? Quererse a uno mismo es un proceso arduo y costoso. No viene caído del cielo. Quererse a una misma no significa decir: ¡Yo soy así y así seguiré, nunca cambiaré! Y tampoco decir: Pues si no te gusta, no mires! No, chicas...no, chicos. Quererse a uno mismo significa reconocer la propia ignorancia, significa observar tus luces y tus sombras, aceptar tus defectos, señalar tus virtudes y vivir en un constante aprendizaje. Cada cosa que te suceda te va a dar una clave que puedes utilizar para aumentar tu aprendizaje y evolucionar o bien, puedes utilizar para cargarlo en tu mochila de dramas (si es que todo me pasa a mí!). Tú decides. Buscamos amor fuera porque nadie nos ha enseñado a encontrarlo dentro. Y esto tiene sentido, si lo pensamos bien, nos han dicho desde pequeños que lo importante no era lo que nos gustaba hacer sino lo que teníamos que hacer (en el colegio, en el instituto, -y seguirá- en el trabajo, en la universidad). Así, ¿quién va a quererse tal y como es? ¿Quién se atreve a creer que, a pesar de que suspende continuamente, hay algo en su interior que le hace único e irrepetible? Sí, es difícil quererse a uno mismo con la que nos está cayendo, pero tal vez sea la única opción si queremos vivir una relación sana con nuestra(s) pareja(s) y sobre todo, con nosotros mismos. Pues, los amores pueden ir y venir, pero contigo te aseguro que vas a pasar el resto de tu vida. ¿Hasta cuándo vas a mirar hacia otro lado? ¿Hasta cuando vas a buscar fuera lo que está dentro?
Tropiezo siempre con la misma piedra. No hay manera. Al final me haré monja o lesbiana. No tengo nada de suerte. Al final me quedaré soltera para toda la vida. Haré lo que quiera y nadie me dirá nada ni me pedirá explicaciones. Todos los tíos son unos cabrones! Sí, a mí también me ha pasado. Y no, no es la piedra, eres tú. Fíjate en el tipo de parejas que te atraen. Tal vez tú buscas esa piedra por algo. Tal vez, ese cabrón tiene algo que enseñarte. Mi(s) ex ha(n) sido mis mayores maestros de vida. Os lo prometo. Y el último el que más, porque fue el que más me dolió. Tu mayor maestro es tu último error. Recuerdo que cuando me dejó (o le dejé, yo que sé), me repetía constantemente: si es que ya lo sabía yo esto! Tenía que haberme ido a viajar por el mundo y la tonta de mí se queda en su pueblo por él, seré idiota? Uff, sí, me dije cosas muy feas (y a él, por desgracia, también). Pasó mucho tiempo hasta que comprendí que él me había enseñado a ver lo poco que me quería. Buscaba el amor fuera porque dentro no había ni una pizca de amor propio. La manera más fácil de consolarse era culpándolo a él (a ver, qué culpa podía tener él?). Yo buscaba, vez tras vez, la misma piedra. Cuando empecé a entender que el problema no estaba fuera sino dentro, me tocó aceptar que no me quería una puta mierda. Y que sólo me quedaba una opción: quererme.
Si tú te quieres tal y como eres, estás preparada para cambiar aquello que no te guste de ti. Pero primero acepta que eso que no te gusta nada, eres tú. Y no pasa nada, nadie es perfecto, todas y todos tenemos nuestras movidas, nuestras sombras, nuestros demonios...¿cuáles son los tuyos? ¿Qué hay en ti que rechaces o que no te haga bien? ¿Cuál es la piedra con la que siempre tropiezas y te acabas haciendo una herida en la rodilla? Ese es el tema y, desde ahí, tirar del hilo. Aceptarlo, por ejemplo: soy una vaga, culpo al sistema por no responsabilizarme de mi futuro. O, más bien, soy una ignorante, voy de sabia por la vida y no tengo ni puta idea. Ni siquiera sé quién soy. ¿Cuál es tu verdad? A partir de ella, podrás avanzar. Cuando te aceptes como eres, verás qué necesitas. Cuando te atrevas a asumir la responsabilidad de quererte, nutrirás tu tierra, es decir, te darás lo que necesites. Quiérete como te gustaría que te quisieran. Y entonces, serás capaz de distinguir lo que es tuyo de lo que solamente es tu coraza y, al verlo con claridad, podrás echar fuera las piedras con las que no te interese tropezar por salud propia y podrás empezar a atraer otras piedras desde la perspectiva de que algo tienen que enseñarte también.
No te sentirás solo porque habrás aprendido a nutrir tu tierra por ti mismo, no sentirás que no te quieren (porque tendrás amor propio y si sientes que alguien no te quiere, sencillamente, dejará de interesarte), no esperarás que el otro te haga feliz (porque ya serás feliz, consciente), no te sentirás una víctima de la vida (porque serás una aprendiz continua), y entenderás que el amor consiste en otra cosa, muy distinta a la que nos habían contado...
Y tú, con qué cuento te quedas?
Vale, por partes. ¿Qué es el amor? ¿Qué concepto tenemos de amor? ¿Qué sentimos cuando sentimos amor?
Disney, Hollywood, cuentos y novelas -infantiles y no tan infantiles-, han sembrado en el inconsciente colectivo una idea de amor peligrosa, basada en la necesidad y en la dependencia. Sin darnos cuenta, hemos crecido dando por sentado que una de las cosas que hay que hacer en esta vida es encontrar pareja. Cuando la encontramos, sin darnos cuenta, esperamos que cumpla con nuestras expectativas y si no lo hace, se lo reprochamos (se supone que eres mi novio, no?). ¿Cuál es la función de tu pareja? ¿Por qué esperamos que nuestra pareja nos haga feliz? ¿Os habéis parado a pensar alguna vez en la responsabilidad que le damos a nuestra pareja cuando esperamos que nos haga feliz? ¡Menuda faena! Y, además, ¿cómo confías tu felicidad a otra persona? Si se va, si se muere, si cambia su orientación sexual o se enamora de otra persona...¡estamos perdidas y perdidos! ¡Socorro! ¿Cómo voy a vivir sin ti? Sin ti no soy nada... Vale, supongamos que tu pareja se ha pirado, se ha liado con otra persona o se ha convertido en un vegetal. ¿Qué haces? Claro! Buscar a otro que cubra su vacío...no? Pues no, señores y señoras. Una ruptura es el momento ideal para atreverse a llenar el vacío que sentimos con nosotras y nosotros mismos. Sí, tú solo, tú sola. Sí, puedes. Sin embargo nos cuesta creer que podemos hacerlo. Por un lado, es más cómodo darle esa función al otro (y además cargarte tú con la responsabilidad de satisfacerlo a él/ella) que responsabilizarse del vacío y llenarlo con otras cosas que no sean una PERSONA. Os recuerdo que respetar la DIGNIDAD de una persona consiste en tratarlo siempre como un fin en sí mismo y nunca como medio para un fin. Si tu pareja, tu media naranja o tu alma gemela está aquí para hacerte feliz...Oops! Estás tratándola como un medio para tu propio fin (tu felicidad). Algo falla, no? Así que te propongo que observes tu vacío, lo aceptes, y busques algo que te llene. Hay quien, por no asumir este vacío se droga, se emborracha, se enamora, o se harta a hacer kilómetros con la bici. Puestos a valorar, más vale llenar el vacío de forma sana que insana, no obstante, es bueno reconocer qué necesidad estás satisfaciendo con tu "droga" (sea la que sea). Tarde o temprano, te tocará asumir la responsabilidad de mirar tu vacío (serás padre, madre, tendrás un curro estable, te pondrás enfermo o la vida te presentará una situación en la que veas -sin contemplaciones- toda tu mierda: esa que no te atreves a mirar mientras te entretienes con otras movidas. Mira en tu interior, ¿cómo estás llenando tu vacío? Tu pareja o tu posible pareja o tu "crush" no puede ser la herramienta (el medio) para que consigas tu felicidad (tu fin). ¿No crees?
La segunda pregunta es, ¿por qué buscamos amor fuera? Vale que la educación emocional no lleva más de cincuenta años dando las alarmas sobre la importancia de la autoestima y la autoconfianza (y todas las movidas), pero no sé, tal vez sea sensato escuchar el discurso por si puede servirnos de algo. Estamos hartas de escuchar que lo importante es quererse a uno mismo. Sí, pero, ¿quién se quiere? Quererse a uno mismo es un proceso arduo y costoso. No viene caído del cielo. Quererse a una misma no significa decir: ¡Yo soy así y así seguiré, nunca cambiaré! Y tampoco decir: Pues si no te gusta, no mires! No, chicas...no, chicos. Quererse a uno mismo significa reconocer la propia ignorancia, significa observar tus luces y tus sombras, aceptar tus defectos, señalar tus virtudes y vivir en un constante aprendizaje. Cada cosa que te suceda te va a dar una clave que puedes utilizar para aumentar tu aprendizaje y evolucionar o bien, puedes utilizar para cargarlo en tu mochila de dramas (si es que todo me pasa a mí!). Tú decides. Buscamos amor fuera porque nadie nos ha enseñado a encontrarlo dentro. Y esto tiene sentido, si lo pensamos bien, nos han dicho desde pequeños que lo importante no era lo que nos gustaba hacer sino lo que teníamos que hacer (en el colegio, en el instituto, -y seguirá- en el trabajo, en la universidad). Así, ¿quién va a quererse tal y como es? ¿Quién se atreve a creer que, a pesar de que suspende continuamente, hay algo en su interior que le hace único e irrepetible? Sí, es difícil quererse a uno mismo con la que nos está cayendo, pero tal vez sea la única opción si queremos vivir una relación sana con nuestra(s) pareja(s) y sobre todo, con nosotros mismos. Pues, los amores pueden ir y venir, pero contigo te aseguro que vas a pasar el resto de tu vida. ¿Hasta cuándo vas a mirar hacia otro lado? ¿Hasta cuando vas a buscar fuera lo que está dentro?
Tropiezo siempre con la misma piedra. No hay manera. Al final me haré monja o lesbiana. No tengo nada de suerte. Al final me quedaré soltera para toda la vida. Haré lo que quiera y nadie me dirá nada ni me pedirá explicaciones. Todos los tíos son unos cabrones! Sí, a mí también me ha pasado. Y no, no es la piedra, eres tú. Fíjate en el tipo de parejas que te atraen. Tal vez tú buscas esa piedra por algo. Tal vez, ese cabrón tiene algo que enseñarte. Mi(s) ex ha(n) sido mis mayores maestros de vida. Os lo prometo. Y el último el que más, porque fue el que más me dolió. Tu mayor maestro es tu último error. Recuerdo que cuando me dejó (o le dejé, yo que sé), me repetía constantemente: si es que ya lo sabía yo esto! Tenía que haberme ido a viajar por el mundo y la tonta de mí se queda en su pueblo por él, seré idiota? Uff, sí, me dije cosas muy feas (y a él, por desgracia, también). Pasó mucho tiempo hasta que comprendí que él me había enseñado a ver lo poco que me quería. Buscaba el amor fuera porque dentro no había ni una pizca de amor propio. La manera más fácil de consolarse era culpándolo a él (a ver, qué culpa podía tener él?). Yo buscaba, vez tras vez, la misma piedra. Cuando empecé a entender que el problema no estaba fuera sino dentro, me tocó aceptar que no me quería una puta mierda. Y que sólo me quedaba una opción: quererme.
Si tú te quieres tal y como eres, estás preparada para cambiar aquello que no te guste de ti. Pero primero acepta que eso que no te gusta nada, eres tú. Y no pasa nada, nadie es perfecto, todas y todos tenemos nuestras movidas, nuestras sombras, nuestros demonios...¿cuáles son los tuyos? ¿Qué hay en ti que rechaces o que no te haga bien? ¿Cuál es la piedra con la que siempre tropiezas y te acabas haciendo una herida en la rodilla? Ese es el tema y, desde ahí, tirar del hilo. Aceptarlo, por ejemplo: soy una vaga, culpo al sistema por no responsabilizarme de mi futuro. O, más bien, soy una ignorante, voy de sabia por la vida y no tengo ni puta idea. Ni siquiera sé quién soy. ¿Cuál es tu verdad? A partir de ella, podrás avanzar. Cuando te aceptes como eres, verás qué necesitas. Cuando te atrevas a asumir la responsabilidad de quererte, nutrirás tu tierra, es decir, te darás lo que necesites. Quiérete como te gustaría que te quisieran. Y entonces, serás capaz de distinguir lo que es tuyo de lo que solamente es tu coraza y, al verlo con claridad, podrás echar fuera las piedras con las que no te interese tropezar por salud propia y podrás empezar a atraer otras piedras desde la perspectiva de que algo tienen que enseñarte también.
No te sentirás solo porque habrás aprendido a nutrir tu tierra por ti mismo, no sentirás que no te quieren (porque tendrás amor propio y si sientes que alguien no te quiere, sencillamente, dejará de interesarte), no esperarás que el otro te haga feliz (porque ya serás feliz, consciente), no te sentirás una víctima de la vida (porque serás una aprendiz continua), y entenderás que el amor consiste en otra cosa, muy distinta a la que nos habían contado...
Y tú, con qué cuento te quedas?
que bien escribes, haces que sea fácil de entender algo tan profundo!
ResponderEliminarMuchas gracias :) me alegra saber que se entiende :)
Eliminarla descripcio de la clase es molt creativa, fantasiosa i complexa
ResponderEliminarMe agraden els gats
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEn la meua opinió crec que l’amor té per desgracia unes etiquetes estabides per part de la societat ja que quasi tot el món quan parlem d’amor es tanca enseguida en que tots som capaços de trobar una sola parella ( i si cal remarcar UNA SOLA PARELLA) i ademés aquesta que sigue hetero, casar-se, tindre fills etc.
ResponderEliminarPero jo dic perquè si cada u en el seu tems lliure fa coses molt diferents perque quan pensem en un tema com l’amor sols ens tanquem en una única “eixida”? I si hi ha gent que no vol enamorar-se? O en canvi s’enamora de més d’una persona?
Jo crec que cadascu es lliure de fer el que vullga per això penso que llibertat podria ser un molt bon sinònim d’amor.
Per altra banda vull parla de l’amor propi ja que penso que és una cosa, per no dir la que més, difícil de la meva vida. També penso que és la “cosa” més important de les nostres vides ja que si una persona està bé en si mateix créix molt com a persona i és molt més feliç.
Per acabar penso que des de ben menuts estaria molt molt bé que en la nostra educació s’implantara el amor propi ja que a la fi i a la cap el que t’acompanyarà tota la vida seras tu no una equació o un adjectiu
Gran reflexió! Gràcies per compartir-ho!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarVaya tela...
EliminarLa meua opinió es que tenim que voler-nos a natres mateixa, però entonces per a que volem una parella que mos vullgue?
ResponderEliminarPerquè compartir la vida és meravellós, però com tu dius, és molt important estimar-te a tu amb plenitud per poder compartir sanament cada experiència i atraure aprenentatges des de l'amor.
EliminarTe refieres a que todas nuestras parejas van a ser piedras con las que vamos a tropezar? pero eso no significa que vayan a ser todas malas, no? En realidad la piedra, sea mala o buena, siempre va a enseñarnos algo. Si es una piedra mala, nos va a hacer más fuertes, y nos va a enseñar cosas, y lo mismo va a pasar si la piedra es buena, siempre vamos a aprender. Es importante sin embargo coger las enseñanzas en el buen sentido, en vez de pensar que das asco, y por eso nadie te quiere, deberías pensar "pues él se lo pierde" aunque eso no significa que no tengamos que corregirnos a veces. No siempre vamos a tener la razón, hay que analizar la situación y pensar si tú has echo las cosas bien o no, porque aunque nos cueste admitirlo, puede que seamos nosotros los que intoxicamos la relación, aunque parte de culpa la tengan los cuentos y la forma ver el amor en occidente que nos han implantado, es nuestra responsabilidad convertirnos en la persona que queremos ser. No es responsabilidad de nadie tener que aguantarnos si somos personas tóxicas. En relación a la visión del amor en occidente, se siente como si el amor se hubiera capitalizado, cuando entablas una relación amorosa con alguien, pasa a ser de persona, a tu propiedad, intocable y para ti solo, como si lo hubiéramos pagado con dinero para que pasara a ser tuyo... Es una visión del amor que se remonta en la història, sin embargo todo debería evolucionar. Como podemos seguir con esa visión del amor? Ya es hora de ir cambiando esto, empezando por nosotros!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminarhttps://youtu.be/u1bG5U4xh0U
ResponderEliminarA mi em sembla interessant la novel·la de Thomas Hardy titulada Jude el oscuro.
ResponderEliminarParla sobre temes molt complexos com l'Amor però des d'un punt de vista molt real.
Avís; les últimes cent pàgines són molt tràgiques i realistes.No aptes per a gent molt hipersensible.
https://youtu.be/k_eq6YJ_lzQ
ResponderEliminarLa cura para el mal de Amor;
ResponderEliminarhttps://youtu.be/Ljj-qVAWmaY
https://youtu.be/_Kf7HZUiswE