¿Es la filosofía cuestión de actitud o es una disciplina?

No cabe duda de que la actitud filosófica es un modo específicamente humano de relacionarse con el mundo. El resto de seres vivos habitan en él sin plantearse ninguna cuestión en relación con su entorno. Los seres humanos, en cambio, no nos conformamos con lo dado; necesitamos una explicación de lo que nos rodea...¿o no?

Sucede además que esa explicación no viene dada de modo inmediato, ni está al alcance de un click, sino que necesita ser buscada. Sin embargo, a menudo sucede que nos conformamos con explicaciones que han sido dadas por otros o damos por buenas explicaciones de la realidad que hemos integrado de manera inconsciente a lo largo de la infancia y ni siquiera nos hemos cuestionado seriamente.

Podemos decir que la actitud filosófica es innata en el ser humano en tanto que necesita comprender la realidad que le rodea, pero no podemos asegurar que esta actitud acompañe al niño o niña a lo largo de toda la vida. A menudo sucede que esta actitud desaparece, pero ¿por qué? ¿Qué hace que esa necesidad de comprender las cosas que un niño o niña demuestra entre los 3 y los 6 años desaparezca? ¿Qué ha pasado entre aquella niña o niño que fuiste necesitando entender el porqué de todo y este chico o chica que eres ahora? ¿Es que has encontrado respuestas tan convincentes que han saciado tu curiosidad rotundamente? O, más bien ¿te has conformado con la versión que otros te han dado? O, peor aun, ¿has creído que esas preguntas no son importantes?

La actitud filosófica consiste, precisamente, en buscar permanentemente la explicación que se esconde detrás de lo que se nos ofrece a primera vista y que, de hallarla, le daría sentido.

A todos nos ocurre con mayor o menos frecuencia que, de pronto, algo que nos había pasado casi desapercibido por familiar reclama nuestra atención y nos sorprende. Como dijo nuestro amigo Ortega i Gasset: "Sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender".

Eso debió ser lo que le ocurrió a Newton el día en el que la manzana, al caer del árbol golpeó su frente. Seguramente, habría visto muchas veces caer frutas de los árboles, pero aquel día se sorprendió por el hecho cotidiano y le surgió una inquietud que no lo abandonó hasta que encontró la explicación de lo sucedido.

La actitud filosófica es consustancial al ser humano y ha existido siempre; por tanto, no le podemos buscar un origen temporal. Sin embargo, la constatación de su existencia no debe interpretarse como un indicio de la presencia de la filosofía como disciplina o como forma de conocimiento específica. Esta última sí tiene un origen histórico. Además, la actitud filosófica no es causa única de la filosofía; también puede afirmarse que se encuentra en el origen de la ciencia e, incluso, de la religión.

Dime, ¿te ha pasado alguna vez? ¿Alguna vez te has sorprendido por algo que no esperabas? ¿Algo que te parecía de parecerte "normal", de pronto, quedó enrarecido? ¿Hay alguna cuestión que te inquiete y no hayas perseguido hasta el final? ¿Hay alguna cuestión que sí que hayas analizado hasta su raíz? ¿Cuáles de las preguntas que te has hecho en esta vida consideras que pueden ser filosóficas?





Comentarios

Entradas populares de este blog

FILOSOFIA 4T D'ESO

Nuevas preguntas del bote, ¿filosóficas?

Normas y Rúbrica de evaluación para el "debate"